Post by isabela on Jun 10, 2010 16:32:37 GMT -5
Cáp. XVI
Ya eran casi las seis, mamá estaba por llegar, papá ya estaba metido en el baño, duchándose después de llegar de hacer una diligencia, Danny llegaría con mamá por supuesto.
Caroline y Nicole estaban sentadas en el comedor jugando cartas mientras yo preparaba la cena antes de que llegaran Danny y mamá. Por supuesto, cuando la puerta se abrió, yo apenas terminaba de preparar la salsa para la pasta, pero mi madre estaba complacida y me dejó la cocina libre, algo que me alegró un poco el día que estaba teniendo.
Las risas de Nicole y Caroline se escuchaban por toda la planta baja de la casa, como si fuera poco, Danny llegó gritando cosas que como siempre no entendía.
Pero siempre que se sentaba a verme cocinar, se quedaba leyéndome algo del libro de animales que le había regalado dos años antes, así que complacida agudicé mí, ya deteriorado, sentido del oído y le presté el cincuenta por ciento de mi atención. El otro cincuenta se repartía entre la cena y el ruido que nos rodeaba.
Cenamos Danny, Caroline, Nicole y yo en la mesa, mientras mamá estaba en metida en su cuarto y papá entretenido viendo noticias.
Danny era la risa en persona, Nicole y Caroline eran sus adoradoras.
Todo pasaba rápido, así que me llevé a Caroline y Nicole a mi cuarto. Quería que siguieran contándome cosas. Cosas que ellas ya sabían de mí, pero yo quería saber de ellas.
Con gusto accedieron a contarme tanto como pudieran, hasta que el reloj diera las 8: 30.
Suerte ¡Eran las 7: 00! Sonreí entusiasmada, me senté en mi cama, Nicole en la silla caoba que estaba junto a la ventan y Caroline se apoyaba contra la pared, sentada en la mesa que utilizaba como escritorio.
-Ya sabes bastante de mí, claro, pero eso no significa nada, nosotras te conocemos más de lo que tú nos conoces- afirmó Caroline. Yo asentí de forma sumisa, después de todo, era cierto. Nicole soltó una risita ante aquel comentario.
-Verás, estaba en… quinto grado, sexto, sí quinto, era… Junio, verano, sabes que me gusta esa estación. Tenía el cabello separado en dos colitas a los lados, con mi flequillo, un vestido azul y unas sandalias preciosas- me sorprendía lo bien que describía todo, cada recuerdo que estaba en su mente.
-El cielo estaba perfectamente azul, todo estaba muy bien y yo estaba aburrida mirando la piscina de la casa de mi prima Lucy, así que me puse a imaginar como sería si esa piscina tomara otro rumbo, digo, no sé en que pensaba pero era algo así.
Luego de diez aburridos minutos, me quedé mirando la piscina con tenacidad, y me percaté de que el agua se separaba de los bordes laterales, se levantaba y se quedaba en el centro, cayendo en forma de círculo. Me asusté pero callé, muy bien calladita me quedé, hasta que Nicole me contó que me había visto hacer eso, cuando estaba en casa de su abuela cenando.
Amabas nos asustamos, luego, mi primo me contó toda la historia, hizo el proceso que Ian no hizo contigo, me instruyó durante trece meses y medio.
Luego cuando estuve lista, mi primo me llevó con Aurora, haciendo lo correcto de nuevo… Aurora era y es joven, así que era más flexible, comprensiva y alegre.
Me llevé bien con ella desde que estrechamos nuestras manos, ella leía mi mente y yo la suya.
Pero no sabes la sorpresa que me llevé cuando supe que Aurora era la prometida de mi otro primo: André, sí, si, ese que estas recordando Ángel.
>>Por supuesto, no todo es bonito y los de Razbunare no dudan nunca en atacar, habían planeado el ataque durante casi cuatro años.
Para mi sorpresa, yo era de mucha importancia en eso, aunque estuviera muerta del miedo. Hice mi mayor esfuerzo, Luna me había conocido un mes antes de aquel ataque y junto con mi primo y Aurora me instruyó y protegió durante el ataque.
Claro, una chica de doce años no puede salir bien librada de eso, no del todo.
Un tipo que nunca olvidaré me hirió, me agarró del cabello y me lanzó contra un roble, yo medio confundida traté de debilitarlo, pero yo estaba más débil.
Sus ojos estaban rojos. Daban miedo, aún se me eriza la piel al recordarlo, su piel estaba fría, la sentí cuando tiró de mi brazo y me marcó, dejándome una cicatriz con un símbolo que desconocía: por supuesto, eran líneas, curvas, un garabato, eso era para mí.
Se lo mostré a Luna, quien me aclaró que era un símbolo Celta: El Triskel, no está del todo claro su significado, es muy antiguo, según me dijo Luna, pero muchos dicen que
por lo general se relaciona con el culto solar, el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo. Entre los druidas simbolizaba el aprendizaje, y la trinidad Pasado, Presente y Futuro.
Ahora fíjate- se levantó y deslizó el cuello de su suéter y allí estaba, un símbolo que se me hacía familiar, pero nunca lo había visto, era peculiar y la cicatriz rosácea sobre la piel de mi amiga, me hacía estremecer –Si algo sucede entre Kai y Razbunare, buscarán la forma de marcarte a ti también, porque eres una Shoosen.
Eran las 8: 15 y Nicole había recibido una llamada de su madre y Caroline partió con ella.
Me acosté temprano y me dormí con facilidad, incluso cuando el ruido de la lluvia contra el techo no se había detenido.
Cada palabra de Caroline resonaba en mi cabeza y estaba segura que mi imaginación estaba recreando toda la historia en un sueño, un retorcido sueño, donde Ian, Nicole y mi madre también estaban marcados con el peculiar símbolo.
Me desperté agitada, pero no asustada, ¡mi madre! Ella era la que tenía ese símbolo.
No sabía cómo, pero debía averiguar en donde lo tenía y así descubrir si era por eso que se me hacía tan familiar.
Como si no fuese suficiente, cuando me dormí de nuevo, Ian estaba en mis sueños, como un buen amigo, que no se dejaba cegar por el amor. Es decir, no era el Ian real, era un Ian que mi mente quería crear.
Caroline.
Ya eran casi las seis, mamá estaba por llegar, papá ya estaba metido en el baño, duchándose después de llegar de hacer una diligencia, Danny llegaría con mamá por supuesto.
Caroline y Nicole estaban sentadas en el comedor jugando cartas mientras yo preparaba la cena antes de que llegaran Danny y mamá. Por supuesto, cuando la puerta se abrió, yo apenas terminaba de preparar la salsa para la pasta, pero mi madre estaba complacida y me dejó la cocina libre, algo que me alegró un poco el día que estaba teniendo.
Las risas de Nicole y Caroline se escuchaban por toda la planta baja de la casa, como si fuera poco, Danny llegó gritando cosas que como siempre no entendía.
Pero siempre que se sentaba a verme cocinar, se quedaba leyéndome algo del libro de animales que le había regalado dos años antes, así que complacida agudicé mí, ya deteriorado, sentido del oído y le presté el cincuenta por ciento de mi atención. El otro cincuenta se repartía entre la cena y el ruido que nos rodeaba.
Cenamos Danny, Caroline, Nicole y yo en la mesa, mientras mamá estaba en metida en su cuarto y papá entretenido viendo noticias.
Danny era la risa en persona, Nicole y Caroline eran sus adoradoras.
Todo pasaba rápido, así que me llevé a Caroline y Nicole a mi cuarto. Quería que siguieran contándome cosas. Cosas que ellas ya sabían de mí, pero yo quería saber de ellas.
Con gusto accedieron a contarme tanto como pudieran, hasta que el reloj diera las 8: 30.
Suerte ¡Eran las 7: 00! Sonreí entusiasmada, me senté en mi cama, Nicole en la silla caoba que estaba junto a la ventan y Caroline se apoyaba contra la pared, sentada en la mesa que utilizaba como escritorio.
-Ya sabes bastante de mí, claro, pero eso no significa nada, nosotras te conocemos más de lo que tú nos conoces- afirmó Caroline. Yo asentí de forma sumisa, después de todo, era cierto. Nicole soltó una risita ante aquel comentario.
-Verás, estaba en… quinto grado, sexto, sí quinto, era… Junio, verano, sabes que me gusta esa estación. Tenía el cabello separado en dos colitas a los lados, con mi flequillo, un vestido azul y unas sandalias preciosas- me sorprendía lo bien que describía todo, cada recuerdo que estaba en su mente.
-El cielo estaba perfectamente azul, todo estaba muy bien y yo estaba aburrida mirando la piscina de la casa de mi prima Lucy, así que me puse a imaginar como sería si esa piscina tomara otro rumbo, digo, no sé en que pensaba pero era algo así.
Luego de diez aburridos minutos, me quedé mirando la piscina con tenacidad, y me percaté de que el agua se separaba de los bordes laterales, se levantaba y se quedaba en el centro, cayendo en forma de círculo. Me asusté pero callé, muy bien calladita me quedé, hasta que Nicole me contó que me había visto hacer eso, cuando estaba en casa de su abuela cenando.
Amabas nos asustamos, luego, mi primo me contó toda la historia, hizo el proceso que Ian no hizo contigo, me instruyó durante trece meses y medio.
Luego cuando estuve lista, mi primo me llevó con Aurora, haciendo lo correcto de nuevo… Aurora era y es joven, así que era más flexible, comprensiva y alegre.
Me llevé bien con ella desde que estrechamos nuestras manos, ella leía mi mente y yo la suya.
Pero no sabes la sorpresa que me llevé cuando supe que Aurora era la prometida de mi otro primo: André, sí, si, ese que estas recordando Ángel.
>>Por supuesto, no todo es bonito y los de Razbunare no dudan nunca en atacar, habían planeado el ataque durante casi cuatro años.
Para mi sorpresa, yo era de mucha importancia en eso, aunque estuviera muerta del miedo. Hice mi mayor esfuerzo, Luna me había conocido un mes antes de aquel ataque y junto con mi primo y Aurora me instruyó y protegió durante el ataque.
Claro, una chica de doce años no puede salir bien librada de eso, no del todo.
Un tipo que nunca olvidaré me hirió, me agarró del cabello y me lanzó contra un roble, yo medio confundida traté de debilitarlo, pero yo estaba más débil.
Sus ojos estaban rojos. Daban miedo, aún se me eriza la piel al recordarlo, su piel estaba fría, la sentí cuando tiró de mi brazo y me marcó, dejándome una cicatriz con un símbolo que desconocía: por supuesto, eran líneas, curvas, un garabato, eso era para mí.
Se lo mostré a Luna, quien me aclaró que era un símbolo Celta: El Triskel, no está del todo claro su significado, es muy antiguo, según me dijo Luna, pero muchos dicen que
por lo general se relaciona con el culto solar, el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo. Entre los druidas simbolizaba el aprendizaje, y la trinidad Pasado, Presente y Futuro.
Ahora fíjate- se levantó y deslizó el cuello de su suéter y allí estaba, un símbolo que se me hacía familiar, pero nunca lo había visto, era peculiar y la cicatriz rosácea sobre la piel de mi amiga, me hacía estremecer –Si algo sucede entre Kai y Razbunare, buscarán la forma de marcarte a ti también, porque eres una Shoosen.
Eran las 8: 15 y Nicole había recibido una llamada de su madre y Caroline partió con ella.
Me acosté temprano y me dormí con facilidad, incluso cuando el ruido de la lluvia contra el techo no se había detenido.
Cada palabra de Caroline resonaba en mi cabeza y estaba segura que mi imaginación estaba recreando toda la historia en un sueño, un retorcido sueño, donde Ian, Nicole y mi madre también estaban marcados con el peculiar símbolo.
Me desperté agitada, pero no asustada, ¡mi madre! Ella era la que tenía ese símbolo.
No sabía cómo, pero debía averiguar en donde lo tenía y así descubrir si era por eso que se me hacía tan familiar.
Como si no fuese suficiente, cuando me dormí de nuevo, Ian estaba en mis sueños, como un buen amigo, que no se dejaba cegar por el amor. Es decir, no era el Ian real, era un Ian que mi mente quería crear.